lunes, 20 de junio de 2016

Halcón pecho rufo (Falco deiroleucus)









Como las demás rapaces, esta especie puede tener una función ecológica importante en la regulación de las poblaciones de ciertas especies presa (Burton 1989). Además, por su sensibilidad a la perturbación, es posible considerarla en ciertas instancias especie indicadora.
Descripción:

Longitud total: 330-380mm; Peso: macho 338-340 gr, hembra 550-654gr; Ala: macho 248mm, hembra 275-287mm; Tarso: 43-56mm; Cola: macho 128mm, hembra 139-141mm. Es un halcón de patas grandes y pico grueso. De color azulado en la parte dorsal con barras de color café obscuro. El pecho es de color naranja brillante con bandas negras anchas a lo largo del pecho. La garganta es de color blanco. La cola es corta. La hembra es similar pero mucho más grande, las hembras más grandes pueden ser dos veces más pesadas que los machos más pequeños. Los juveniles son similares a los adultos pero de color café obscuro en la parte dorsal y con líneas cafés en el pecho. 
Los muslos y los flancos son de color amarillo-naranja pálido con barras negras (Blake 1972, Brown y Amadon 1989, Burton 1989, Grossman y Hamlet 1988).

Hábitat:


Localmente se distribuye en tierras bajas de bosque tropical, pero también está reportado para sabana. Habita también regiones más secas, como bosques de galería a lo largo de ríos y en barrancas (Grossman y Hamlet 1988, Burton 1989, Bierregaard 1994).
 Se menciona que es indispensable la presencia de acantilados de roca caliza para que esta especie pueda anidar (Thorstrom et al. 2002).
Comportamiento:

Es un ave que lleva a cabo su caza principalmente antes del amanecer o despues del atardecer, sobre su conducta de caza existen muy pocas observaciones, sin embargo se ha visto que ésta incluye un largo vuelo a baja altura el cual inicia desde una percha alta. Durante la temporada reproductiva se observa una alimentación de cortejo antes de la copulación (Grossman y Hamlet 1988, Burton 1989, Bierregaard 1994).


Reproducción:

La mayoría de los datos que se tienen sobre reproducción son para aves que se han registrado en Guatemala, Belice y Ecuador. En Guatemala y Belice el cortejo es en febrero y los pollos dejan el nido en mayo-junio. Anidan principalmente en barrancas, a menudo cerca del agua. También se han visto anidando en ruinas precolombinas y muy pocas veces en árboles. Los machos presentan hasta tres presas al día durante el cortejo. La copulación ocurre después de una alimentación de cortejo. La nidada es pequeña, probablemente de 1-3 huevos, la incubación dura alrededor de 30 días y los pollos dejan el nido alrededor de los 40 días. La incubación y alimentación de los polluelos está a cargo de la hembra principalmente, los machos muy pocas veces entran al nido. El macho llama a la hembra para que este le entregue la presa, si la hembra no responde, el macho guarda la presa (Grossman y Hamlet 1988, Burton 1989, Bierregaard 1994).
Conservación:

Prácticamente toda la información de anidamiento que existe sobre esta especie proviene del proyecto llevado a cabo en Guatemala y Belice por la Fundación Peregrino, la cual ha establecido un programa de anidación en cautiverio con un pequeño número de aves (Bierregaard 1994).

Factores de riesgo:

Al parecer es una especie sensible a la deforestación. Se sugiere que esta especie está siendo desplazada de sitios potenciales para su anidación por el zopilote común (Coragyps atratus), ya que se ha documentado en Guatemala, que sitios que antes ocupaban estas aves para anidar, ahora están ocupados por los zopilotes, los cuales han llegado a los sitios de distribución de esta especie junto con la ocupación humana y la deforestación (Bierregaard 1994).
Situación actual del hábitat con respecto a las necesidades de la especie:

Como todas las rapaces, esta especie es territorial y, aunque no se tienen datos cuantitativos, se presume que ocupa ámbitos hogareños relativamente grandes, comparado con otros grupos de aves. Esta característica y el hecho de habitar principalmente bosques tropicales perennifolios y subperennifolios, hace que la deforestación sea un problema serio para su conservación. De acuerdo con el Inventario Nacional Forestal Periódico de 1994 (INEGI 1994), la superficie total de selvas altas y medianas en buen estado de conservación para los estados en donde ha sido registrada esta especie es de 108,794 km2 (García-Peña et al. 2002).


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